Al lado se encuentra el área recreativa "Les Moyaes" y la famosa "Fuente de Cuevas", de donde procede el "Agua de Cuevas"
Al final del área recreativa se encuentra el panel informativo. Aquí comienza la ruta, con una fuerte subida llamada "Polea de Los Cuadrazos"
Aunque la subida es fuerte, con esta espectacular vista ni nos enteramos.
Recibimos el primer descanso en esta braña, "Los Cuadrazos" Está formada por dos grupos de cabañas bien conservadas y situadas estratégicamente.
A pocos metros nos encontramos el segundo grupo.
Muy pronto, una nueva subida nos esperaba con un camino lleno de piedra y agua.
Seguimos con una fuerte subida, con vueltas y revueltas, pero siempre acompañados por este precioso valle plagado de cabañas y praderías.
El camino sigue sin descanso. Ahora es de enormes "regodones" sueltos, y por él corre el agua como si de un riachuelo se tratara.
Pasamos La Brañuela, La Berrera y seguimos subiendo hasta llegar a la Collaina de Cellero. Nos encontramos con un cruce de caminos, con un conjunto de cabañas y fincas en ambas vertientes, el valle Cuadrazos y el valle de Celleo
El camino, ahora, nos da un respiro, pues va llano. Pero pronto, el barro, la nieve y el terreno pantanoso, hace que tengamos que ir pendientes de donde ponemos el pié. Para completar comienza a llover.
La nieve cubre el camino y llueve con ganas. Esto hace que nos planteemos dar la vuelta. Pero bueno, nos animamos y decidimos continuar.
Una ligera subida nos lleva a Los Carriles, donde hay una casa restaurada.
Seguimos subiendo hasta La Campona, donde hay una fuente y varias cabañas.
Ahora en ligera subida, seguimos bordeando el valle de Cellero, con sus espectaculares vistas.
Pasamos la fuente "La Casa Vieya"
LLegamos a la collada de Navalloz, donde se encuentran dispersas varias cabañas pastoriles.
Continuamos, y nos adentramos en el tipido bosque de "Argallaona", una zona de especial belleza.
Donde, de vez en cuando, las hayas nos permiten ver el especial paisaje que esta zona nos ofrece.
Como la lluvia sigue sin darnos tregua, al finalizar el bosque y al llegar al arroyo del Cuervo, ponemos fin a nuestra ruta.
Desandamos el camino recorrido hasta La Casa Vieya, y haciendo uso de la hospitalidad que nos ofrece Luís Tejón, utilizamos su portal para comer nuestro bocata resguardados de la lluvia.
Imposible describir el placer que sentimos, sentados en su banco de madera, contemplando el espespectacular valle y esas impresionantes montañas que hoy, con su traje blando, hacían una estampa de cuento encantado.
En tu "Libro de visitas" dejamos nuestro agradecimiento y con nosotros has conseguido, lo que tú deseas, que nunca olvidemos ese maravilloso "Valle de Cellero"
Gracias Luís
Nunca podremos olvidar, el embrujo que este valle nos transmitió con sus espectaculares vistas.
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