domingo, 26 de noviembre de 2017

Villanueva – Castañedo de Miranda - (Belmonte de Miranda)

Hoy salimos sin ruta determinada, simplemente pretendemos dar un paseo y conocer alguno de los pueblos de nuestra comunidad.

Salimos de Oviedo por la A-64, continuamos por la A-63 pasamos Grado, bajamos la Doriga y tomamos la AS-15, pasamos San Bartolome, Loreno, Oviñana y llegamos a Villanueva.





Aparcamos nuestro vehículo en el pueblo, cruzamos, con precaución la carretera, y tomamos, antes del puente, una desviación a la izquierda “1,5 Castañeu”






Comenzamos a caminar por la estrecha carretera (apenas sin tráfico) acompañados por el río Narcea. Pronto nos adentramos en un bosque de castaños.






Entramos en el pueblo de Castañedo, donde nos recibe, en un día de momento triste y nublado, esta elevada panera.





Atrás dejamos la antigua escuela, hoy convertida en Centro Social, pasamos este cruce y seguimos nuestra marcha recorriendo los diferentes barrios de este pueblo.






En el pueblo vamos pasando ante importantes casonas de arquitectura tradicional y señorial. 





Continuamos nuestra marcha en busca del barrio siguiente mientras disfrutamos de bonitas vistas de la vega.







Importantes casonas abandonadas.





A la orilla del camino abundan los nogales, no podemos vencer la tentación de agacharnos y coger alguna de estas nueces.






Seguimos pasando ante importantes casonas siempre acompañadas por enormes paneras. 





Llegamos al final del pueblo donde encontramos este cruce. Decidimos abandonar el pueblo y seguimos la pista de la derecha sin saber a dónde nos llevaría.





Desde el primer momento descubrimos que no nos hemos equivocado pues el paseo es un regalo para los sentidos. Una vieja casa a nuestra izquierda.






Enseguida ésta, a nuestra derecha. 






La pista continúa paralela al río, ahora entre elevados eucaliptos.





Dejamos atrás los restos de un antiguo puente colgante y llegamos a este caserío, en ruinas, pero qué en su época, tuvo que ser importante.






El carro aún continúa en el cobertizo recordando sus tiempos de esplendor.






Continuamos nuestro paseo por una pista llana disfrutando de este espectacular paisaje.






La pista nos introduce en un impresionante bosque de castaños




Y…como si de un cuento se tratara, en medio de este bosque, rodeado de naturaleza encontramos esta casa sola, únicamente la vegetación y los animales que aquí conviven le hacen compañía.





Comenzamos a pasear entre los castaños esperando descubrir algún hada escondida entre estos majestuosos árboles 





A cada paso que damos sentimos como nos observan desde el interior de estos centenarios castaños.






Algunos intentan asustarnos con sus peculiares caretas.





También podemos contemplar los caboxos, castaños de gran porte y tronco hueco.






Salpicados por el bosque se encuentran varios corros (construcciones circulares de piedra que servían para conservar las castañas varios meses)





Después de un buen rato disfrutando de este paraíso natural, remanso de paz y tranquilidad, decidimos dar por finalizado nuestro paseo y comenzar el camino de regreso por el mismo lugar. 










Ha resultado un paseo precioso con un fácil recorrido. Nunca podremos olvidar, el embrujo que este bosque nos trasmitió con sus espectaculares castaños obra de la madre naturaleza

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