miércoles, 4 de marzo de 2015

L'Acebal - Fombermeya

Salimos por la AS-17 en El Puente de Arco, tomamos la carretera local LV-5 hasta el pueblo de L'Acebal.
Amanece un día lluvioso y un fino orvallo intenta disuadirnos de nuestro habitual paseo pero, a pesar de todo, decidimos salir y quitar un poco el gusanillo.




L'Acebak pueblo situado en una ladera a la margen derecha del río Raigosu. Es un pueblo ganadero que conserva algunos hórreos y casas de arquitectura popular. Aquí aparcamos nuestro vehículo.




Cruzamos el pueblo y continuamos bajando por la carretera en busca del río Raigosu.





Atrás queda L'Acebal hoy rodeado por la niebla



Llegamos al río Raigosu cruzamos el pequeño puente de Tiraña y nos encontramos por la derecha con la senda que viene de Ribota.
Continuamos por la carretera asfaltada pero prácticamente sin tráfico.



Enseguida encontramos a la orilla del río un molino maquilero con dos molares. Este molino estuvo funcionando hasta 1967. Sobre el molino, más tarde, se construyó una casa (Hoy ambas cosas se encuentran en ruinas)




Continuamos río arriba disfrutando de la suave música producida por las aguas del río Raigosu




Pasamos a la orilla de algún bosque donde predominan los castaños y avellanos




No dejan de sorprendernos estos puentes, que escondidos entre la maleza, sirven de paso a las fincas situadas a la otra orilla del río. ¡Poca seguridad nos ofrecen!




La carretera serpentea entre arbolado y bonitas praderías, que en algún momento, nos separan algo del río.





Nuestro camino ahora discurre entre el cauce del río y los murallones que van formando este desfiladero.


Al llegar a Les Mestres encontramos un enorme cartel "Les Foces del Raigosu". Si tomamos la pista de la derecha también nos llevaría al pueblo de Los Tornos. Nosotros continuamos plácidamente por la carretera de la izquierda.






A la derecha del camino encontramos esta original fuente que, de la roca mana buena agua. "La naturaleza nunca deja de sorprendernos"



Cruzamos este pequeño puente y dejamos a nuestra derecha el río Cañaines, encargado de labrar el espectacular desfiladero. Nosotros seguimos a la izquierda una estrecha carretera que nos conduce al pueblo de Fombermeya.




Enseguida comenzamos a disfrutar de los enormes murallones rocosos que forman la foz de la Requexa.





Atrás dejamos esta serpenteante pista





Vista de la Foz de la Requexa o del río Cañaines





Pradería en la otra ladera del valle.





La pista con curva y contracurva va ganando altura rápidamente.





Llegamos a la remota pero bonita aldea de Fombermeja en la actualidad casi despoblada




Cruzamos el pueblo, contemplando algunas construcciones de arquitectura tradicional, hasta la parte más alta donde tomamos una pista ganadera.




Mientras subimos contemplamos lo que la niebla nos permite del Valle de Fombermeya




Con esta vista de la Foz se levantan cada día los habitantes de este pueblo. ¡Todo un espectáculo!




Pasamos estas cabañas y continuamos un rato más, pero como la niebla no nos permite disfrutar de estas espectaculares panorámicas decidimos dar la vuelta y volver nuevamente al punto de partida.




A pesar de que el tiempo hoy no acomañó mucho hemos realizado un tranquilo paseo rodeados de enormes murallones de piedra, acompañados por el rumor del río en un entorno natural espectacular.

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