Llueve, pero nosostros no nos rendimos. Paraguas, chubasquero y a caminar. Volvemos al concejo de Laviana para disfrutar de esos preciosos parajes por los que tantas veces paseó nuestro ilustre escritor Armando Palacio Valdés.
Comenzamos nuestra caminata en Villoria, junto a la iglesia de San Nicolás (Monumento Histórico-Artístico). Esta iglesia de San Nicolás es el único ejemplo de arquitectura románica que se conserva en el Concejo de Laviana. De su fundación en el siglo XII tan solo queda una portada románica, siendo el resto fruto de una reconstrucción del siglo XVII.
Pasamos el puente romano de Villoria, de un solo arco, que data de los siglos XIII y XIV.
Después de admirar este puente, sobre el río Villoria, lo cruzamos y comenzamos a caminar por la carretera LV-7 en dirección a Fechaladrona.
Tras medio Kilómetro nos encontramos con este desvío, nosotros continuamos a la derecha y dejamos la ascensión a Los Tornos para mejor día.
Vamos ganando altura rápidamente, abajo queda el pueblo de Villoria.
Entramos en un bosque que hoy luce un espectacular colorido.
La niebla y la lluvia nos impiden disfrutar de estas bonitas vistas del valle de Villoria.
Mientras subimos a la orilla del camno encontramos algunas cuadras que nos alegran la vista.
Después de un largo repecho con varias curvas de "herradura" entramos en Fechaladrona, pueblo situado a 606 m. de altitud.
Cruzamos el pueblo siguiendo la indicación "Área Recreativa" que nos llevará hacia la Campa Felguea.
Continuamos nuestra subida entre muros de piedra y cuidados huertos.
En otros tiempos, en este pueblo fue importante en la fabricación de madreñas, calzado de madera de una sola pieza con un talón y dos tacos delanteros para aislar de la humedad o del barro. Las madreñas aún se utilizan en las zonas rurales.
Seguimos nuestro camino hacia el área recreativa, dejando atrás casas de arquitectura tradicional, alguna muy deterioradas.
El pueblo presenta un aspecto eminentemente rural
Llegamos al final del pueblo, pasamos junto a este conjunto de cuadras y seguimos ascendiendo hacia la Campa Felguera.
Tomamos una pista hormigonada que continua con pronunciada subida.
Continuamos nuestro camino un rato por esta pista.
Puesto que la lluvia no cesa y la niebla nos impide poder disfrutar de este maravilloso entorno decidimos dar por terminado el paseo y comenzar el regreso.
Volveremos otro día con mejor tiempo.
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