Aprovechando que estamos en Llanes, que el verano ha comenzado a dar paso al otoño y con un día entre claros y nubes pero todavía con calor, vamos a dar uno de nuestros habituales paseos.
Salimos del centro de Llanes, en dirección a la autopista AS-263. No hay más que seguir la acera hasta el parque del Rinconín (antigua plaza de toros)
Cruzamos el parque, dejamos la carretera de Cué y seguimos de frente, pasando por El Brao y este barrio de la Portilla.
Dejamos La Vega a nuestra derecha.
Seguimos subiendo hasta encontrarnos este cruce. Aquí abandonamos la carretera para tomar la pista que encontramos a nuestra izquierda.
Pronto entramos en un bosque donde podemos ver: castaños, avellanos, robles, fresnos... La pista, en gran parte asfaltada, es muy cómoda y fácil.
Mientras caminamos arropados por estos avellanos algún claro nos permite ver praderías donde las vacas pastan plácidamente.
Seguimos nuestro placentero paseo, disfrutando de estas bonitas flores, cuando de repente la lluvia hace acto de presencia, aunque no va a durar mucho.
Después de recorrer aproximadamente 3 Km entramos en el pueblo de Cué. A su entrada, tomamos la primera carretera a la derecha, para cruzarlo por su parte alta.
Llegamos al Lavadero de "San Fernando"
Detrás del lavadero se encuentra la fuente. Tanto la fuente como el lavadero fueron construidos en el año 1888. Siendo recuperados en el año 1982 gracias al esfuerzo de sus vecinos.
Continuando nuestro camino, llegamos a la bolera, custodiada por un castaño centenario, testigo de emocionantes partidas entre los vecinos del lugar.
En la bolera tomamos una pequeña carretera a la izquierda. Al llegar al alto las vistas son impresionantes. Al fondo la villa de Llanes.
Maravillosa vista: verde prado, vacas que pastan, el islote y el mar Cantábrico que se funde con un bonito cielo.
Vista desde arriba de la playa de Cué, con marea alta.
Y, si estas vistas fuesen poco, a nuestra espalda el pueblo de Cué situado a los pies de la sierra de su mismo nombre, el campo de Golf y al fondo la Sierra de Cuera.
Ahora, retrocedemos unos pasos, para tomar la pista que poco a poco nos bajará a la "Playa de Cué" o "Antilles"
Seguimos bajando por una empinada pista hormigueada y después de pasar por dos áreas con mesas y bancos ya comenzamos a saborear algo espectacular.
¡Es alucinante! La marea está alta y lo que vemos es una playa transformada en pequeñas calas alrededor de sus tres bellos islotes (Quicón, Castrucu y Ballena)
No queda más remedio que sentarse y dar rienda suelta a los sentidos, lo que se percibe y lo que se siente es indescriptible.
Esto es lo que en estos momentos queda de arena. Es una playa paradisíaca, de aguas verdes y cristalinas, temperatura ideal. ¡No se puede pedir más!
Después de un rato en silencio, solamente escuchando y sintiendo algo alucinante, nos disponemos a volver sobre nuestros pasos. Llegamos nuevamente al pueblo y ahora lo cruzamos por su parte baja.
Mientras recorremos estrechas calles vamos contemplando sus casas de arquitectura popular.
Dejamos el pueblo y ahora volvemos por la carretera que va la Llanes. Tomamos esta desviación a la derecha que nos llevará a la playa de Toró.
Con la tarde ya cayendo llegamos a esta no menos bonita playa de Toró y siguiendo la senda costera llegamos nuevamente a Llanes.
Ha sido una tarde inolvidable con un emocionante paseo circular y disfrutando de unas vistas increíbles. ¡La visita al pintoresco pueblo de Cué merece la pena!
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