A unos metros encontramos un puente de hormigón sobre el Río Teverga, que nos conduce a la Senda del Oso.
Descendemos por la Senda unos 50 metros en dirección a Caranga, hasta encontrar un cartel indicativo. Aquí comienza el Camino Medieval de Bandujo.
La ruta se inicia junto al arroyo de Valmoro que nos acompaña, con múltiples y bonitas cascadas, durante casi todo el recorrido.
Pronto entramos en un pequeño pero espectacular desfiladero y encontramos el primero de los múltiples puentes que cruzaremos a lo largo del recorrido.
El camino, en este tramo, va tallado bajo el murallón rocoso. Según nos contó un lugareño este era el camino utilizado por los vecinos del pueblo hasta hace unos 20 años. Por él bajaban con el ganado cuando acudían a ferias y mercados que solían ir a Proaza o Teverga.
El sendero, casi llano en este primer tramo, nos permite disfrutar plácidamente de este bonito desfiladero y de las múltiples cascadas, que aunque pequeñas, son muy bonitas.
Tras cruzar el segundo puente de madera, nos encontramos una fuerte pendiente y, comenzamos a distanciarnos del arroyo que baja precipitadamente por este precioso bosque de castaños, robles, hayas, avellanos....
El camino luce en gran parte del recorrido un típico empedrado que se conserva a lo largo de muchos años.
La senda, que serpentea por la ladera del bosque, va ganando altura rápidamente.
Entre los árboles, en algunos de los recodos de esta senda que se retuerce una y otra vez, podemos ver las primeras imágenes del pueblo de Bandujo.
Después de un pequeño descanso, encontramos un tercer puente y el arroyo vuelve a estar a nuestro lado.
Atrás dejamos la única cabaña que encontramos en el camino y otro puente que acabamos de pasar.
Entramos en el pueblo de Bandujo por el barrio de la Molina y estas son las primeras casas que nos reciben. Al fondo la Sierra de Marabio. Bandujo fue declarado bien de interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico en el año 2009.
Continuamos por el camino de La Molina y pronto comenzamos a contemplar, colocada sobre una loma, la conocida "Torre de Bandujo" y a su lado el Palacio.
Pasamos ante este viejo molino casi tapado por la maleza, ¡Un pena!
Llegamos al barrio del Palacio. Ante nosotros la "Torre de Bandujo" existente desde el siglo XIV. Fue construida por los Álvarez de Bandujo como símbolo de su poderío. Es una de las torres defensivas medievales mejor preservadas de Asturias. En la parte alta de la torre destaca un escudo con los blasones de los Tuñón, los Miranda y los Bandujo.
Continuamos nuestro paseo por este bonito pueblo y tras una corta subida llegamos al barrio Entelaiglesia. Aquí se encuentra la iglesia de Santa María (de origen románico) la construcción religiosas más antigua del Concejo.
Subimos hasta el barrio El Campanal, después bajamos al de La Reguera donde encontramos: fuente, lavadero, abrevadero y esta casa típica de aldea.
Seguimos descendiendo mientras contemplamos el barrio El Toral y al fondo la Sierra de Marabio.
Mientras seguimos bajando disfrutamos de esta espectacular vista de La Sierra del Aramo al fondo. Por su enorme antena podemos distinguir el Pico Gamoniteiro.
Tenemos que emprender el camino de regreso dejando este bonito pueblo de Bandujo que pertenece al Concejo de Proaza y consta de cinco barrios: La Molina, El Palacio, Entelaiglesia, La Reguera, El Campanal y El Toral. Pasear por sus callejuelas, disfrutando de cada rincón, es una auténtica gozada. ¡Merece la pena conocerlo!
La bajada, por el empinado camino con el empedrado húmedo y resbaladizo, la hicimos despacio y con cuidado. Es una ruta corta (subir nos llevó 1 hora) pero muy bonita disfrutando de la magia y el encanto de su entorno.
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