martes, 18 de junio de 2013

Cascada de Tabayón 


Hoy amanece muy buen día, por lo que nos decidimos a hacer una ruta un poco más alta. Nos dirigimos a la localidad de Tarna. "La Cascada del Tabayón" es un salto de agua considerado cómo Monumento Natural y situado en el Parque Natural de Redes. El itinerario se inicia en la aldea de Tarna, último pueblo en la carretera que sube hacia el puerto del mismo nombre. Es una de esas rutas que no hay que perderse dentro de la variada oferta senderista del Parque Natural de Redes.


 Cruzamos el puente del río Nalón, y tomando esta pista, que se encuentra enfrente de la iglesia, comenzamos a caminar por una  empinada rampa de hormigón. Es el repecho más duro de la ruta.



 



Seguimos subiendo, la senda ahora es de piedra suelta. Vamos despacio contemplando el maravilloso valle.


  Pasado el cementerio, el paseo discurre por un camino entre prados, cerrados de muros de piedra y  a la sombra de avellanos silvestres y enormes hayas.





Llegamos a la encrucijada de Terreros, donde podemos tomar la opción de subir a los Rebollos de LLanu del Toru o seguir hacia la cascada. Nosotros seguimos la ruta hacia la cascada.






Continuamos en ligera subida. Menos mal que nos acompañó la sombra y nos dio un alivio a lo largo de casi todo el recorrido. Pronto pasamos el primer puente de madera, sobre el arroyo Requexada.









Seguimos disfrutando de esta maravillosa vegetación y pronto entramos en el hermoso hayedo de Monte Saperu, donde encontramos algunas cabañas derruidas.


Continuamos nuestro camino, arropados por las hayas y los robles, hasta llegar a la fuente de Los Arellales,donde hacemos una parada, para reponer nuestras botellas de agua, y contemplar este lugar impresionante.





Pasada la fuente, el camino se convierte en un pequeño sendero (donde el barro está presente en algún momento), nos encontramos con este puente de madera sobre un arroyo y lo cruzamos.










Al salir del bosque, los primeros claros, nos permiten ver la silueta de la cascada y el impresionante Cantu del Oso.







Proseguimos el sendero y llegamos a la majada "La Campona". Aquí ya podemos ver a varias personas dando cuenta de sus bocatas, mientras contemplan la atenta mirada de la cascada.











Salimos de esta pequeña pradera, y nos encontramos con el cauce del arroyo del Mongollu. Lo cruzamos por unas piedras. Despues de cruzarlo por segunda vez, llegamos a esta subida, corta pero de incómodas piedras sueltas y resbaladizas.


 


 Entre monte bajo y matojo, llegamos al pie de la bella cascada del Taballón, que originada por el arroyo del Mongayu y enmarcada por el bosque, se despeña desde unos 60 metros.
La caída del agua contra las rocas, hace que se forme una nube de agua pulverizada, que hoy con el calor que hace se agradece.





Despues de descansar y refrescarnos un poco bajo esta maravilla de la naturaleza, iniciamos el regreso. Dejamos atrás, la Cascada de Tabayón, pero nos llevamos en nuestras mentes estas vistas inolvidables.



 


Realizamos nuestro camino de regreso sin prisa y volvimos a disfrutar de este magnífico bosque, con sus impresionantes árboles y de las frías aguas de la fuente de "los Arellales".







Ha sido una ruta impresionante, por la belleza natural que encierra. Pudimos disfrutar del colorido y contraste, entre sombras y luces. Nos ha resultado un día inolvidable en contacto con la naturaleza, que dio a nuestra mente paz y tranquilidad. 


miércoles, 12 de junio de 2013

Paseo por Malleza "La pequeña Habana"

Hoy nos apetecía hacer algo distinto y como habíamos oído del pueblo de Malleza decidimos conocerlo.
Nos dirigimos a la villa de Salas. Antes de entrar al la villa, en la primera rotonda, tomamos dirección a Pravia AS-225 después de 12 km encontramos la indicación "a Malleza" lugar al que nos vamos a dirigir. Se le conoce como "La pequeña Habana" pues a principios del siglo XX era lugar de veraneo de la burguesía indiana.




Entramos en el pueblo y seguimos hasta la iglesia de San Juan Bautista, se reconoce desde lejos por su cúpula verde. En esta plaza se encuentra el panel explicativo a partir del cual comienza la ruta.

Estamos en la plaza del Conde de Casares, lugar donde se reunían, los emigrantes que habían ido a América y venían a veranear a su aldea natal. Aquí mantenían amena, tertulias donde contaban sus azañas de allan de los mares, a sus paisanos. También en esta plaza se celebraban los acontecimientos más importantes del pueblo, como ferias y mercados.



En la parte de abajo del restaurante Al Son del Indiano se encuentra esta casona transformada en hotel rural. Hoy tiene el cartal "se alquila"





En la misma plaza se encuentra la Casa Cuervo, una magnífica casa colonial.




Bordeando la Casa Cuervo y pasando por delante de esta panera poco común, por sus esquinas redondeadas, seguimos la carretera arriba.



Continuamos por la Avenida de San Juan. Mientras ascendemos vamos contemplando algunas de sus casas, siempre acompañadas por grandes paneras.



Al llegar al alto este letrero nos indica que estamos en La Parada. Este lugar antiguamente era una parada de postas.



Llegamos a un pinar, donde tomamos el camino de la derecha bordeando esta finca que hoy estaban arando para sembrar posteriormente de maiz.



Contemplamos bonitas vistas de los pueblos y montañas que nos rodean. Sobre ellas, al fondo, los molinos de viento.



Algunas casonas que en su día fueron importantes, hoy se encuentran totalmente en ruinas. Reflejan el trabajo y esfuerzo de algunas personas que salieron de sus pueblos buscando un futuro mejor y lo consiguieron.



Seguimos bajando y pasamos por delante de estas casonas que recuerdan con nostalgia el pasado. ¡grandes ilusiones que se fueron muriendo poco a poco!



Bajando por la Calella La Fonte un cartel nos indica la fuente Malleza. Por una pequeña bajada, casi un zarzal, llegamos a esta fuente. En su cabecera reza el letrero "Fuente Francisco Pinón"




Seguimos la ruta, hasta encontrarnos con la carreter, a pocos metros tomaremos un camino a la derecha.




Llegamos a la entrada del palacio Conde de Toreno destacando su Capilla de S. Roque.




Palacio Conde de Toreno hoy convertido en hotel.



Damos un paseo por sus bonitos jardines con impresionantes árboloes.



Tomamos dirección nuevamente hacia Maeza mientras seguimos contemplando varias casas de estilo indiano como la casa Las Palmeras.





Llegamos a la enorme Casa Panchón.




 Después la Casa Vicentino que nos coloca nuevamente en la Plaza del Conde de Casares.


En la plaza, sigue esperando la bicicleta que según cuentan los lugareños pertenece a un joven que desde alguna aldea del lugar, llega en ella a la plaza, la aparca y le dice a un chavalín que allí estaba: "Guárdamela hasta que vuelva de La Habana". El joven tomo la línea que iba a Pravia con la intención de embarcar en Gijón, el chavalín la cuidó hasta hace unos años que muríó. ¡El joven aún no volvió!


Esta ruta está calificada como "Sendero Local". Es un paseo de unos seis kilómetros por el casco urbanos y recorriendo todos los barrios de Maeza contemplando sus palacios coloniales, sus casonas, jardines, un pequeño bosque y una bonita fuente que dicen es la mejor agua de Maeza.
Se puede bajar a Salas, comer y después completar el día con una visita a esta villa.








viernes, 7 de junio de 2013

Senda de la Cascada del Nonaya


Dejamos el coche en la Villa de Salas y comenzamos nuestra ruta de hoy, comenzamos con un recorrido por la Villa.



Contemplamos el río Nonaya que baja desde la Sierra de Bodenaya (donde nace) y cruza tranquilamente la Villa.





Pasamos bajo el arco que comunica la gran Torre con el Palacio de los Valdés, siglo XIV




Atrás hemos dejado la Colegiata de Santa María la Mayor y entramos en la plaza Campa.  Seguimos el empedrado hasta su final y ahí comenzamos nuestra ruta (siempre siguiendo las indicaciones del Camino de Santiago)




Continuamos por la calle Ondinas, hasta que termina el asfalto y comienza un camino de tierra paralelo al río que poco a poco nos va adentrando en el valle.



Esta pista es el antiguo camino real que subía desde Salas hasta La Espina. Dejamos a la izquierda unas pomaradas en flor para continuar ahora entre eucaliptus.




Muy pronto llegamos a la Fuente de Paín. Hacemos la primera parada y rellenamos nuestras cantimploras.



Bajo esta frondosa arboleda de avellanos, castaños, robles… y acompañados por el río Nonaya continuamos nuestro camino con una ligera pendiente.




Pasamos junto a los cargaderos de la antigua mina de caolín




Cruzamos un pequeño arroyo que corre atravesando el camino.



Este puente permite pasar a la finca que se encuentra en la otra orilla del río. Pensamos que era mejor no probarlo.




Nuestro paseo continúa a la sombra de estos frondosos árboles autóctonos.



El bosque ahora se abre y nos deja contemplar un cielo totalmente nublado.  Seguimos ganando altura mientras el río se va quedando encajonado en el fondo del valle



Continuamos por el Camino de Santiago y llegamos al Puente de Borra (siglo XVII), labrado en piedra caliza. Pasamos por encima de este puente y seguimos nuestra ruta.





Continuamos nuestro ascenso hacia la Sierra de Bodenaya, donde nace el río Nonaya.
Seguimos ascendiendo, ahora la tierra del camino se transforma en piedra suelta.



Al llegar al Puente del Carcabón, similar al que cruzamos anteriormente, abandonamos el Camino de Santiago.



Giramos a nuestra derecha tomando este pequeño sendero que con una leve y corta bajada nos lleva al río Nonaya




Obsevamos la construcción del puente de piedra con arco de medio punto, una manifestación de la magnífica técnica constructiva de épocas pasadas.




En pocos minutos estamos bajo la cascada del río Nonaya, nuestro objetivo de hoy.





Aquí hacemos un pequeño descanso para disfrutar de esta pequeña pero hermosa cascada




Contemplamos como sus aguas puras y cristalinas se juntan para pasar bajo este pequeño y original puente.



Después de gozar y deleitarnos en este maravilloso entorno de paz y tranquilidad no queda más que tomar el camino de regreso por el mismo lugar. Al volver nos cruzamos con bastantes peregrinos de diferentes edades que se dirigen a Santiago





Es un agradable y sencillo paseo (se puede hacer con niños) de algo más de 6 Km (ida y vuelta) en plena naturaleza, donde el murmullo del río Nonaya te acompaña, mientras disfrutas de un pequeño pero bonito bosque de ribera, que aumenta el encanto del la zona